Almudena y Jordi querían una casa en planta baja. Tienen dos hijos pequeños y muchas aficiones, como la música, las manualidades o la cocina. El objetivo de la vivienda es que los miembros de la familia puedan compartir el máximo tiempo posible juntos, independientemente de la zona de la casa en la que cada uno se encuentre. Por eso surge la idea de organizar la vivienda a partir de una serie de recorridos que siempre se articulan desde el patio interior, como eje central de la casa. El volumen se trabaja a partir de las formas irregulares del solar y de manera que permita contemplar el paisaje de viñas del Baix Penedès y reservando cierta privacidad.
PREMIO 2019
XI BIENAL ALEJANDRO DE LA SOTA 2019
EDIFICIOS DE NUEVA PLANTA DE USO PRIVADO